En este episodio de Black Mirror, acompañamos al protagonista en su día a día dentro de un centro en una sociedad principalmente caracterizada por estar completamente tecnologizada y ser muy clasista.
Para poder ver el nivel de tecnología y lo controlados que están, hay que entender primero las clases sociales dentro de esta sociedad.
En primer lugar encontramos a los que se encuentran fuera de ese centro, que manipulan a los que están dentro. Estos últimos deben pedalear en una bicicleta, lo que proveerá de luz al centro y a cambio reciben una serie de méritos que pueden canjear en los videojuegos, mejorando su personaje, o comprando una entrada para un concurso de talentos llamado "Hot Shot". Si se presentan y el jurado lo cree que tienen un gran talento, te darán un espacio en el programa y no tendrá que pedalear más, saldrán del centro.
Los que pedalean, están completamente subordinados a las personas que viven fuera, son completamente manipulados para que sigan pedaleando y en el caso de que no lo hagan, pasarán a la clase social más baja, la de ser limpiador, muy mal vistos por los demás; esto lo vemos reflejado cuando juegan a un juego cuyo objetivo es matarlos.
Esta situación puede ser una crítica a la sociedad en la que vivimos, como las personas de los poderes más altos nos manipulan e intentan que no nos demos cuenta, nos controlan; en el capítulo, no pueden parar de trabajar y en el caso de que salgan de ahí por que el jurado crea que tienen un talento, lo que están haciendo es asegurarse de que los que están dentro permanezcan dentro del centro (ya que crean contenido para entretenerlos), y sigan estando subordinados. Además los que están dentro están tan subordinados que hacer algo que no sea pedalear y ver publicidad (sobre lo que hablaremos más adelante) les supone un gasto, como por ejemplo utilizar la pasta de dientes.
También intentan en todo momento que no se den cuenta, por ejemplo cuando antes de actuar les dan un zumo para los nervios que es obligatorio tomar y lo que están haciendo con eso es que sean más manipulables cuando salen al escenario.
Otra crítica que podemos sacar de este capítulo es el exceso de tecnologización que lo caracteriza. Las personas son casi sustituidas por sus personajes, que están presentes en los juegos, como público en el concurso; incluso además de hacer los mismos gestos que hacen ellos en la habitación, pueden expresar sentimientos como alegría o llorar. Nos hace darnos cuenta de lo presentes que están en nuestras vidas las tecnologías, como podemos incluso dejar de lado nuestra vida real, para sumergirnos en un mundo completamente falso en videojuegos y redes sociales.
En un momento del capítulo cuando el protagonista está hablando con la chica en el comedor, esta le habla de los murales amigo los cuales te hablan después de terminar y solucionar tus problemas, guían los sueños… ¿Está esto muy lejos realmente de la realidad? ¿Ya hay personas que dejan de lado su vida por las tecnologías? Desgraciadamente, creemos que sí, cada día vemos como la gente se sumerge más en videojuegos y dejan de lado su vida social viviendo en un mundo ficticio rodeado de gente virtual. ¿Pero pueden las tecnologías reemplazar la vida real sin que esto nos afecte? Para nuestra especie es necesaria la socialización, salir al aire libre, tener relaciones con gente real y ver a nuestros amigos sin que sea a través de una pantalla, además de que las pantallas tienen efectos negativos en la vista.
Además, si nos adentramos en el mundo de las redes sociales donde todo es ficticio, las personas no tienen problemas y todos los cuerpos son perfectos; ¿Cómo afecta esto a los usuarios? Muy negativamente, estar sometidos continuamente a este tipo de información e imágenes, hace que aumenten los casos problemas de salud mental relacionados con el físico, por no tener una vida que tenemos como perfecta y como "normal".
Podemos compara esto con la escena en la que la chica que cantaba, debido a la presión social que ejercen los demás sobre ella accede a hacer algo que no era lo que ella quería y acaba participando en un programa de pornografía.
También aparece pero de una forma más extrema cuando el protagonista amenaza con suicidarse encima del escenario al estar presionado por todo lo que ve, la información que recibe, no poder vivir una vida fuera de ese centro que quiere quitarse la vida. Pero sobre todo una de las cosas que más le afecta es el no tener nada real allí, es todo ficción, al igual que en las redes sociales.
Por otro lado, podemos ver una crítica hacia la continua publicidad; las personas del centro son bombardeadas por anuncios publicitarios que en cierta manera les obligan a verlos, ya que quitarlos o quitar el audio supone una sanción de pérdida de méritos, y cerrar los ojos supone que el anuncio se pare y que comience a sonar un ruido estridente e insoportable.
Es una crítica a la publicidad a la que estamos sometidos de forma continuada, una publicidad inevitable que encontramos en las calles, paneles, autobuses, televisión, anuncios dentro de aplicaciones, en páginas de internet, en las redes sociales... y tienen una finalidad, invitarnos a consumir esos productos que nos venden, al igual que en el capítulo se les invita a consumir porno, ver el programa o ser el nuevo talento para seguir manteniendo a los demás en ese estado de subordinación.
Por último, el capítulo también nos hace reflexionar acerca de lo que consumimos, en un momento del episodio, a la hora de comer, una chica le dice al protagonista que la cosa más sana que hay es una manzana que ha sido creada en una placa de Petri, aquí vemos otra crítica también a todos los productos que se les echan a los alimentos que consumimos, los cuales no sabemos de donde proceden, ni los productos que llevan. La mayoría de ellos pueden ocasionar riesgos para nuestra salud, pero el uso de estos productos beneficia a las empresas que lo producen.
Con este capítulo podemos pararnos a pensar si es realmente muy diferente la sociedad que vemos en el episodio con la realidad y cuanto alejada está; vivimos rodeados de publicidad y muchas veces inmersos en un mundo que no es real, como son las redes sociales, donde nos comparamos en exceso con el resto y dejamos realmente de lado nuestra vida; lo que puede afectarnos de forma muy grave mentalmente.
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